Gálatas 3

 

 

 

La promesa, y el propósito de la ley

 

 

 

15 Hermanos, hablo en términos humanos[o]: un pacto, aunque sea humano[p], una vez ratificado nadie lo invalida ni le añade condiciones. 16 Ahora bien, las promesas fueron hechas a Abraham y a su descendencia[q]. No dice: y a las descendencias[r], comorefiriéndose a muchas, sino más bien a una: y a tu descendencia, es decir, Cristo. 17 Lo que digo es esto: La ley, que vino cuatrocientos treinta años más tarde, no invalida un pacto ratificado anteriormente por Dios, como para anular la promesa. 18 Porque si la herencia depende[s] de la ley, ya no depende[t] de una promesa; pero Dios se la concedió a Abraham por medio de una promesa. 19 Entonces, ¿para qué fue dada la ley? Fue añadida a causa de[u] las transgresiones, hasta que viniera la descendencia[v] a la cual había sido hecha la promesa, ley que fue promulgada mediante ángeles por mano de un mediador. 20 Ahora bien, un mediador no es de una parte solamente, ya que Dios es uno solo. 21 ¿Es entonces la ley contraria a las promesas de Dios? ¡De ningún modo! Porque si se hubiera dado una ley capaz de impartir vida, entonces la justicia ciertamente hubiera dependido[w] de la ley.22 Pero la Escritura lo encerró todo bajo pecado, para que la promesa que es por la fe en Jesucristo fuera dada a todos los que creen.

23 Y antes de venir la fe, estábamos encerrados bajo la ley, confinados para la fe que había de ser revelada. 24 De manera que la ley ha venido a ser nuestro ayo[x] para conducirnos a Cristo, a fin de que seamos justificados por la fe. 25 Pero ahora que ha venido la fe, ya no estamos bajo ayo[y]26 pues todos sois hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús.27 Porque todos los que fuisteis bautizados en Cristo, de Cristo os habéis revestido. 28 No hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay hombre ni[z] mujer; porque todos sois uno en Cristo Jesús. 29 Y si sois de Cristo, entonces sois descendencia[aa] de Abraham, herederos según la promesa.

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

 

 

 

 

 

Promesas

 

 

– Alguien Necesita Un Hombro Para Llorar

 



Aquel que sufre no espera sólo nuestros consejos o nuestros buenos deseos.

Sencillamente necesita un hombro sobre el cual llorar, una mirada que preste atención y dos oídos dispuestos a escuchar.

Alguien, en definitiva, que traspase la estructura de las frases hechas y con su propia vida exprese: aquí estoy, te acompaño, puedes contar conmigo.

Muy cerca de ti quizás hay alguien que necesita solo un hombro para llorar.

Las palabras amables son como la miel: endulzan la vida y sanan el cuerpo (Proverbios 16:24).

Proverbios 17:22
El corazón alegre es buena medicina, pero el espíritu quebrantado seca los huesos.

Proverbios 15:13
El corazón gozoso alegra el rostro, pero en la tristeza del corazón se quebranta el espíritu.

Proverbios 18:14
El espíritu del hombre puede soportar su enfermedad, pero el espíritu quebrantado, ¿quién lo puede sobrellevar?

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

 

 

 

 

REFLEXION

 



Todo se termino…

 



Categoria: Crecimiento Espiritual.

Esta palabra es para todas aquellas personas que están pasando por situaciones muy difíciles, para ti, para mi, en donde aparentemente ya todo se termino y no hay nada que hacer.

Un matrimonio que llegó a su fin, una empresa que está al borde de la quiebra, un pariente muy cercano que falleció, un esposo(a) que se fue de la casa, un hijo(a) que está con problemas de adicción, un padre que no encuentra trabajo para mantener a su familia, un negocio que no tiene clientes o que nada sale bien, un enfermo que los médicos no encuentran la razón de su dolencia, una familia que lo perdió todo a causa de las lluvias, o un joven que no sabe que hacer con su vida y decide quitarsela… A todas estas personas que ya dieron por perdido todo, es este mensaje.


Hace unos años, habían unos pescadores a la orilla de un lago que habían tenido una muy mala noche de pesca. 

No habían pescado absolutamente nada, implicando esto que si no pescaba, no comían, no podían pagar los recibos de la luz, el teléfono, el agua, llenar el tanque de gasolina del carro o pagar los pasajes del autobús… en fin, suplir todas la necesidades básicas. 

Su historia es tan sorprendente que voy a dejar a la Biblia contar esta historia que se encuentra en Lucas 5:1-11.

“Aconteció que estando Jesús junto al Lago de Genesaret el gentío se agolpaba sobre él para oír la palabra de Dios. Vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del lago; los pescadores habían descendido de ellas y lavaban sus redes.

Entró en una de aquellas barcas, la cual era de Simón y le rogó que la apartara de tierra un poco. 

Luego, sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud.

“Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar. Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando y nada hemos pescado; pero en tu palabra echaré la red. Cuando lo hicieron, recogieron tal cantidad de peces que su red se rompía. Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca para que acudieran a ayudarlos. Ellos vinieron y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían. Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador. Por la pesca que habían hecho, el temor se había apoderado de él y de todos los que estaban con él, y asimismo de Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón: –No temas; desde ahora serás pescador de hombres. Trajeron a tierra las barcas y, dejándolo todo, lo siguieron.”

Talvez no tienes una barca o no te dedicas a la pesca, pero el principio que Jesús nos enseño es el mismo.

¿Cuántas veces has tirado la red y no has pescado nada?

En otras palabras; ¿Cuántas veces has ido a la calle a buscar trabajo y no lo encuentras?

¿Cuántas oportunidades le has dado a tu esposo o esposa?

¿Cuánto dinero has gastado en medicinas? 

¿Cuántas veces has orado creyendo y sientes que Dios está muy ocupado para escucharte?

Si prestas atención a la historia, Jesús sabia de la situación que los pescadores estaban pasando y lo primero que hizo fue pedirles que les prestara la barca, para hablarle a la multitud desde el agua subido en una de las barcas; y luego de haber hecho lo que tenía que hacer, hizo el milagro.

Jesús no los ignoró, sino les hizo escuchar primero su enseñanzas, para que luego pudieran asimilar lo que Él haría en sus vidas, al punto de que luego fueran sus discípulos.

Se que han sido muchas, las veces en que has tirado las redes al agua, pero lo has hecho solo(a). Que te parece si hoy, hechas las redes en el nombre de Jesús.

Si hoy, le das una oportunidad al Señor de hacer el milagro que tanto necesitas.

Hazte a un lado, deja que Él haga con sus manos y su Palabra y no gastes mas tus fuerzas. 

Porque hoy, no es en tus fuerzas, no es con tu conocimiento, no es con tus capacidades, no es con vida, sino es Jesús quien hace que las redes, estén tan llenas y necesites ayuda para poder subirlas a tu barca.

Escríbeme y cuéntame lo que el Señor hizo en tu vida. Queremos saber de los milagros que el Señor hizo en este día.