http://unencuentroconlapalabra1.jimdo.com/

http://unencuentroconlapalbra.blogspot.com.co/

https://www.facebook.com/unencuentroconlapalbra

http://www.amigosporisrael.org/

https://montesioncolombia.org/

 

      2 Corintios 2:4 La Biblia de las Américas

Problemas en la iglesia de Corinto

Pero en mí mismo decidí esto: no ir otra vez a vosotros con tristeza. Porque si yo os causo tristeza, ¿quién será el que me alegre sino aquel a quien entristecí? Y esto mismo os escribí, para que cuando yo llegue no tenga tristeza de parte de los que debieran alegrarme, confiando en todos vosotros de que mi gozo sea el mismo de todos vosotros. Pues por la mucha aflicción y angustia de corazón os escribí con muchas lágrimas, no para entristeceros, sino para que conozcáis el amor que tengo especialmente por vosotros.

Pero si alguno ha causado tristeza, no me la ha causado a mí, sino hasta cierto punto (para no exagerar[a]) a todos vosotros. Es suficiente para tal persona este castigo que le fue impuesto por la mayoría; así que, por el contrario, vosotros más bien deberíais perdonarlo y consolarlo, no sea que en alguna manera este[b] sea abrumado por tanta[c] tristeza. Por lo cual os ruego que reafirméis vuestro amor hacia él. Pues también con este fin os escribí, para poneros a prueba[d] y ver si sois obedientes en todo. 10 Pero a quien perdonéis algo, yo también lo perdono; porque en verdad, lo que yo he perdonado, si algo he perdonado, lo hice por vosotros en presencia de Cristo, 11 para que Satanás no tome ventaja sobre nosotros, pues no ignoramos sus ardides.

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

 

REFLEXION

Jesús viene pronto, ¿Qué hacer mientras tanto?

Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ

 

 

Hace más de dos mil años atrás Jesús ascendió al cielo, prometiendo que volvería y llevaría con Él a todos los que lo esperen. “Cuando todo esté listo, volveré para llevarlos, para que siempre estén conmigo donde yo estoy.” Juan 14:(NTV).

No debemos olvidar que para el Señor, un día es como mil años y mil años son como un día. Las señales que están escritas en la Biblia, y que nos sirven de advertencia a nosotros, son tan claras que debemos escuchar lo que el Espíritu nos dice y muestra.

Pero el día del Señor llegará tan inesperadamente como un ladrón. Entonces los cielos desaparecerán con un terrible estruendo, y los mismos elementos se consumirán en el fuego, y la tierra con todo lo que hay en ella quedará sometida a juicio.

2 Pedro 3:10 (NTV).

Sin duda alguna, Jesús volverá pronto y cumplirá su promesa en el tiempo y la hora que están determinados: “[…] creéis en Dios, creed también en mí.” Juan 14:1 (RVR1960).

¿Qué hacer mientras tanto?

El mejor ejemplo para imitar mientras esperamos el regreso de Jesús es el de Juan el Bautista, quien fue el mensajero que anunciaba la venida del Señor cuando vino por primera vez.

No había vergüenza ni miedo en él al compartir las buenas nuevas de Jesús. Era un hombre lleno de fe y decidido. Enfrentó a los religiosos con la verdad y los exhortó a que cambiaran de vida. Gracias a él muchas personas fueron salvas y disfrutan de la vida eterna.

Al igual que Juan, nosotros esperamos la llegada de nuestro Salvador y mientras esperamos, debemos ser como él, mensajeros y la voz de Dios, anunciando el pronto retorno de Jesús.

El Señor viene pronto y nuestra tarea es compartir su palabra, advertir del juicio de Dios y de la ira venidera. Somos mensajeros y debemos cumplir con nuestra misión. Somos la voz de Dios y debemos compartir la verdad.

Si alguien se avergüenza de mí y de mi mensaje, el Hijo del Hombre se avergonzará de esa persona cuando regrese en su gloria y en la gloria del Padre y de los santos ángeles.

Lucas 9:26 (NTV).

Sin importar cuáles sean las circunstancias que estés pasando en este tiempo, sigue adelante reconociendo a Jesús como tu único Señor y Salvador. No te avergüences en ningún momento y por ningún motivo, continúa creyendo en Él y en su Palabra.

No me da vergüenza anunciar esta buena noticia. Gracias al poder de Dios, todos los que la escuchan y creen en Jesús son salvados; no importa si son judíos o no lo son.

Romanos 1:16 (TLA).

Diego Jora

CVCLAVOZ

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

 

REFLEXION

¿Qué quieres que Jesús haga por ti?

Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ

 

 

Sin duda alguna, para evitar molestias hacia los demás, nos cohibimos de pedir ayuda, aun si la necesidad se hace bastante evidente. ¿Alguna vez te pasó?

En el capítulo 4 de 2da de Reyes, a partir del versículo 8, la Biblia menciona a una mujer bastante importante, quien se caracterizaba por tener un corazón piadoso y hospitalario para con el necesitado. Por ello, decidió construirle una habitación al Profeta Eliseo, para que cuando él pasara por su ciudad a ministrarlos, tuviera un lugar de descanso.

¡Qué gran actitud la de esta mujer! Por su gran corazón el profeta se sintió en deuda con ella, por lo que quiso hacerle el bien, mas cuando mandó a preguntar por su necesidad, ella se negó a aceptarlo, aun sabiendo que el anhelo más profundo de su corazón era llegar a ser mamá.

Ella simplemente dijo: “Yo habito en medio de mi pueblo”. En otras palabras: ¡No necesito nada!, o ¡Todo está bien!

Sabemos que Dios conoces nuestras necesidades, pero Él desea que de nuestros labios salgan palabras que toquen su corazón.

Quizá hoy te sientes agobiado por la escasez o afligido por la incertidumbre, pero por no molestar a Dios o sentirte una carga para tu prójimo, has decidido callar. ¿Crees que es lo correcto?

No te encierres en tus problemas, necesitas abrir tu corazón y decir cómo te sientes; de lo contrario, el silencio te llevará a pensar que a nadie le importas.

¿Recuerdas al ciego Bartimeo? No le importó lo que la gente podría pensar de él, porque desde el momento que supo que Jesús pasaría por su ciudad, rompió el silencio para clamar por su necesidad.

Ahora te pregunto a ti, ¿Cuál es tu necesidad?, ¿Estás dispuesto a pedir ayuda a Dios? o ¿Prefieres callar?

Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye.

1 Juan 5:14 (RVR1960).

¡Jesús está dispuesto a responder a tus necesidades!

Ruth Mamani

CVCLAVOZ